lunes, 20 de diciembre de 2010

Adiós a BLAKE EDWARDS




 "El padre de la comedia moderna Americana" Blake Edwards murió esta semana con 88 años de edad. Este gran director, guionista y actor estadounidense tenía 40 películas a sus espaldas y una carrera de cine que duró más de cincuenta años. "Desayuno con Diamantes", "El Guateque", "La Carrera del Siglo", "Victor Victoria",  "10 la Mujer Perfecta" son sólo algunos de los títulos de la extensa carrera de Edwards que abarca un abanico variado de comedia, drama y cine musical.
Casado con la actriz Julie Andrews, a la que llegó a dirigir en siete ocasiones, Edwards comenzó su carrera en el cine haciendo de extra, tras lo cual escribió guiones para la radio y para la televisión, hasta llegar a su vocación: escribir y dirigir cine.

¿Quién pudiera olvidar las hazañas del atormentado compositor con la crisis de los cuarenta encarnado por el maravillosos Dudley Moore en busca de la encantadora Bo Derek en "10 la Mujer Perfecta" o los enredos de Bruce Willis y Kim Basinger en la ochentera y nostálgica "Cita a Ciegas", o Cary Grant y Tony Curtis en la comedia bélica "Operación Pacífico" a finales de los cincuenta, o Peter Sellers como el despistado Detective Clouseau  en "Un Disparo en las Sombras" o como patoso invitado hindú en "El Guateque" de los sesenta?  Edwards ha hecho reir a varias generaciones con su comedia salvaje, veraz y surrealista. Junto a sus colaboradores buscaba  siempre mejorar las técnicas de hacer reír. Él mismo contó que en el proceso de escritura de "El Guateque", junto con los hermanos Tom y Frank Waldman, el grupo de guionistas dedicaba auténticos esfuerzos en estudiar concienzudamente las leyes del arte de lo gracioso; en qué frecuencia deberían de aparecer las bromas, en qué orden, cómo estallar las salas de cine dándole siempre una vuelta más al chiste, rizar el rizo una vez más para conseguir crear el caos más absoluto a lo Charles Chaplin o el camarote de los Hermanos Marx. 

Su primer guión en 1948  fue el western "Imperio del Crimen" junto con John Champion, filme que dirigió Lesley Selander, y su primera película como director "Venga tu Sonrisa" en 1955. Esta última fue la primera de una larga colaboración con el también actor, escritor y director Richard Quine, con el que Blake Edwards llegaría a firmar siete guiones para la Columbia Pictures entre 1952 y 1958. Cinco de ellas fueron dirigidas por Quine y dos por Edwards, entre ellas "El Temible Mr Cory"protagonizada por Tony Curtis y Charles Bickford.

En la década siguiente llegó a dirigir "Buenos Tiempos", "Desayuno con Diamantes",  "Chantaje contra una Mujer", "Un Disparo en las Sombras", "Días de Vino y Rosas",  "La Carrera   del Siglo", "La Pantera Rosa", "Qué hiciste en la Guerra, Papi?", "Gunn" y "El Guateque". Su filmografía de los setenta abarcan los títulos: "Darling Lili", "Dos Hombres contra el Oeste", "Diagnóstico: asesinato","La Semilla del Tamarindo", "El regreso de la Pantera Rosa", "La Pantera Rosa ataca de nuevo", "La Venganza de la Pantera Rosa" y "10, la Mujer Perfecta". En los ochenta dirigió "Sois Honrados Bandidos (S.O.B)", "Tras la pista de la Pantera Rosa", "Victor Victoria", "La Maldición de la Pantera Rosa", "Mis Problemas con las Mujeres", "Micky y Maude", "Así es la vida", "El Gran Enredo", "Cita a Ciegas", "Sunset", "Justine Case", "Peter Gunn" y "Skin Deep". En su última década productiva llegó a sacar tres títulos, dos de los cuales eran musicales "Una Rubia Muy Dudosa" y la adaptación de "Victor Victoria" para la televisión, mientras que la tercera "El hijo de la Pantera Rosa" sería su última aportación a la saga de la Pantera Rosa, hilo que a Edwards le sirvió de financiación durante su larga carrera de cine.

Cabe destacar la relación de Blake Edwards con el compositor Henry Mancini que sería un colaborador habitual del cineasta y autor de grandes canciones que suenan en sus películas, tales como "Moon River" en "Desayuno con Diamantes" o "It's Easy To Say I Love You" en "10, la Mujer Perfecta", entre otras.

Blake Edwards recibió el Oscar honorífico por toda su carrera en 2004, premio al que recogió al estilo propio de su merecida fama cinematográfica: con humor. Por entonces con 82 años cruzó el escenario de los Oscar a toda velocidad subido a una silla de ruedas eléctrica y con una pierna escayolada rompiendo una "pared" en las bambalinas y reiterando "No toques mi oscar" al entonces presentador de la gala, Jim Carrey, que acudió a ayudarle a levantarse tras el "accidente".


Blake Edwards será recordado con mucho cariño por todo su público ya que durante su vida no paró de ofrecer momentos divertidos y alegrías inolvidables en forma de celuloide.


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